Dieciséis selecciones estaban preparadas para jugar la tercera edición de
Matthias Sindelar, judío de nacimiento, no necesitó pensar la decisión dos veces: jamás formaría parte del equipo alemán. Nunca lo dijo públicamente porque sabía que eso le significaría la muerte tanto a él como a varios de sus familiares. Es por eso que se vio obligado a simular lesiones para no tener que participar del Mundial. Como si esto fuera poco, se reveló en el partido amistoso entre Austria y Alemania que “festejaba” la anexión.
Los austríacos fueron obligados a dejarse ganar para que Alemania pueda demostrar su poderío, pero poco le gustó esa idea a Sindelar. Durante el primer tiempo mostró parte de su juego e incluso se vio forzado a tirar afuera varios remates en donde podría haber anotado sin problemas. En el segundo tiempo se cansó de semejante circo y decidió demostrar todo lo que tenía. Volvió loco a los alemanes, metió un gol y para colmo no tuvo mejor idea que festejarlo bailando frente al palco en donde estaban las autoridades alemanas. Austria terminó ganando
Tiempo después la policía nazi lo persiguió por mucho tiempo sin obtener resultados favorables. Todo terminó el 23 de enero de 1939 cuando encontraron su cuerpo ya sin vida, al igual que el de su esposa, en su departamento. Paradójicamente, ambos decidieron suicidarse inhalando gas antes de ser esclavos y víctimas del poder nazi y terminar en una cámara de gas. 40.000 personas fueron a su entierro y una calle austríaca lleva su nombre.
3 comentarios:
uhh, que jugador! Matthias Sindeler. Yo tengo un post en el blog, que hizo un gaita sobre el... lástima que al final, los nazis lo hicieron mierda :S
saludos
http://d-coleccion.blogspot.com/
Y vos dudabas en abrir la sub seccion de anécdotas!... increible esta, no la tenia, excelente.
Hay un caso similar, pero de un equipo entero, buscá en google sobre el FC Start, es del estilo.
Muy buen post.
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