Un amistoso, otra caída, los mismos errores

La Selección Argentina perdió contra el combinado de Catalunya por 4-2 en lo que fue el último amistoso del año. El equipo de Maradona, quien vio todo el partido desde una de las plateas del Camp Nou, abusó de sus individualidades y volvió a carecer de juego colectivo.

Es verdad, fue un amistoso que se armó a las apuradas. Es cierto, se llamó a jugadores de urgencia, los cuales, en muchos casos, en circunstancias normales no serían colocados en la formación titular. Pero el encuentro se disputó y el seleccionado cayó nuevamente, a pesar que su adversario no fue ampliamante superior.

Salvando la poca creación a nivel equipo, lo más llamativo fue el flojo desempeño de la defensa. El medio campo, en cambio se dedicó a tratar de cuidar la pelota, ya que jugadores explícitamente de marca no hubo. Finalmente, los delanteros, los cuales si bien tuvieron una buena presencia ofensiva, no lograron confirmar en la red las muchas oportunidades que se les presentaron.

Sin embargo, que la derrota no tape lo positivo. El buen rendimiento de Javier Pastore, de Ángel Di María y de Ezequiel Lavezzi es para remarcar. El ex Huracán tuvo un gran manejo del balón e hizo un gol. El del Benfica fue una constante subida por el sector izquierdo, metió el segundo y si tan sólo hubiera estado más fino a la hora de definir podría haber aumentado el marcador argentino. El Pocho, por su parte, desequilibró, obligando a la defensa catalana a salir a cortarlo en muchos lapsos del partido y siempre se animó probando desde afuera del área.

Se termina el 2009 y lo que le espera a la Argentina es una incógnita. Sólo Maradona y sus muchachos podrán resolver esa pregunta. Los jugadores están, incluso el mejor del mundo, el técnico también. Pero, sin dudas, habrá que trabajar mucho para llegar bien a Sudáfrica y para lograr que el 2010 venga con un Mundial bajo el brazo.