Estados Unidos se metió en la Copa del Mundo luego de quedarse con el primer lugar y reafirmando su condición de potencia en las eliminatorias de la CONCACAF que comprende el Caribe, Centro y Norte de América.
La clasificación no fue del todo sencilla pero consiguió superar por una unidad a su inmediato perseguidor y más feroz contrincante, México. Con solo dos derrotas en sus estadísticas, el elenco del norte cosechó 20 puntos en diez partidos jugados. Su ataque fue el más peligroso con 19 goles a favor pero los tantos recibidos (13) fueron un problema ya que marcaron el punto más flojo en la defensa.
Los dirigidos por el local Bob Bradley, se metieron en la que será su novena participación (1930, 1934, 1950, 1994, 1998, 2002 y 2006). Su mejor registro fue la semifinal en Uruguay 1930. Allí cayó rotundamente derrotada a manos de Argentina por 6 a 1.
Marcando una clara tendencia de ascenso, Estados Unidos sigue posicionándose en los primeros lugares de las competencias en las que participa. Tras la final perdida frente a Brasil en la Copa Confederaciones buscará retornar a tierras sudafricanas con el afán de no quedarse a las puertas de conseguir el trofeo, que solo estuvo cerca cuando fueron sede en 1994.
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